Andan Marta y Jose muy tristes.
El sábado fuimos con toda la ilusión al veterinario y Rosa nos dijo que dado mi comportamiento no creía que fuera conveniente darnos ninguna pauta para mejorar las relaciones con mis hermanitos, porque había un alto riesgo de contagio de la inmuno, si es que no les había contagiado ya.
Luego me repitieron el test y volvió a dar claramente positivo, con lo cual se confirma que soy definitivamente portadora del virus.
Marta se puso tan triste que empezó a llorar. Yo la veía llorando y no entendía por qué.
Total que no sé lo que va a pasar.
Desde el sábado han vuelto a separarnos y ya no estoy en contacto con Ubasti, Uki y Tao. A Tao es al que más echo de menos, pero parece que es el que más riesgo tiene de haberse contagiado, con lo que Jose le quiere...
La verdad es que yo siento muchísimo todo esto.
Marta cree que si con la esterilización y la edad me volviera tranquila, podríamos convivir, pero Rosa lo puso todo tan negro, que Marta y Jose tienen el miedo metido en el cuerpo, y son tantas las informaciones contradictorias que reciben de unos y otros médicos que están muy perdidos.
Parece que me pondrán en adopción, pero no nos engañemos, tengo inmuno, soy sordita, tengo ataxia y me muevo un poco torpemente y no soy muy cariñosa, aparte de que soy muy trasto. Tengo pocas opciones de ser adoptada, muy pocas.
Parece que pronto me voy con la abuela de nuevo como solución transitoria mientras me buscan un nuevo hogar (no me lo puedo creer, volvemos al principio después de 4 meses...maldita suerte). Es un poco un marrón para la abuela y a Marta le da mucha cosa por eso, de forma que está tratando de recopilar información de gente con experiencia en estas convivencias de gatos sanos con gatos inmuno, pero claro, tienen tanto miedo y tantas contradicciones dentro, que la cosa está muy complicada para que yo volviera. Porque aunque mi carácter cambiara radicalmente, la verdad es que están asustados.
Ahora tienen que hacer como en un mes las pruebas a mis hermanos. Esperemos que ninguno se haya contagiado porque es lo que faltaba.
Yo mientras ahí sigo, en mi salón, y por las noches en el despacho de Marta que está calentito y huele a ella y eso me da tranquilidad.
Cuando ella llega está conmigo casi todo el rato, así que estoy muy acompañadita.
Dice que si supiera que yo no sufro estando en el salón, se quedaría conmigo, pero al no saberlo, lo que no quiere es que yo sufra, y no tiene forma de saberlo la pobre, ni yo de hacérselo saber.
Por otra parte, Marta, la hermana de Jose cogió una gatita muy cariñosa en la carretera y la pobre también dio positivo en inmuno. Está en casa de la abuela. Quizás me lleven a convivir con ella, ya que a ella sí que no podré contagiarle ya nada que no tenga y ella no puede convivir tampoco con las gatitas de Marta y Javi, que están sanas. Es muy tranquila y cariñosa. Yo creo que es mucho más adoptable que yo. A ver si tiene suerte.
Y yo de momento pues veré a Jose y Marta cuando vayan a casa de la abuela.
En fin, qué le vamos a hacer...
Un abrazo y siento no poder daros mejores noticias.
martes, 29 de noviembre de 2011
martes, 22 de noviembre de 2011
ELECCIONES...¿DEMOCRÁTICAS?
Bueno ya sabeis que nosotros los gatos no podemos votar y yo además por edad tampoco podría, porque debo de tener unos 7 años humanoides. Ubasti, Uki y Tao sí podrían y Jaro, ese ya podría aspirar a tener un escaño en el Congreso por edad y sabiduría, pero nada...ponen a otros que piensan menos...
Bueno, a lo que voy, que andan en casa revolucionadillos con las elecciones estas que hubo el domingo, sobre todo Marta que no hace más que decir que su voto vale na y menos...
Entonces me ha dejado poner un artículo de lainformacion.com que ví navegando por la red, que parece interesante y vale la pena que lo leais:
Dice así:
"Elecciones 20N: Así quedaría el Parlamento si todos los votos valieran lo mismo
21/11/2011 Chiqui Esteban, Q.I.
Si no hubiera circunscripciones electorales ni se aplicara la ley D'Hondt, la suma de PP y PSOE perderían 33 escaños. El Partido Popular no lograría la mayoría absoluta. Izquierda Unida ganaría 14, UPyD 12 y entrarían en el Congreso partidos como Equo, PACMA, Escaños en Blanco, Partido Andalucista o PxC".
Joe yo así a primera vista, me parece como pelín injustillo.
Pero bueno, no sé, sólo soy un gato y además muy malota, pero me hubiera molado, ahora que leo lo del PACMA que hubieran entrado al Congreso a defendernos a los animalitos.
Un abrazo!!!!!
Bueno, a lo que voy, que andan en casa revolucionadillos con las elecciones estas que hubo el domingo, sobre todo Marta que no hace más que decir que su voto vale na y menos...
Entonces me ha dejado poner un artículo de lainformacion.com que ví navegando por la red, que parece interesante y vale la pena que lo leais:
Dice así:
"Elecciones 20N: Así quedaría el Parlamento si todos los votos valieran lo mismo
21/11/2011 Chiqui Esteban, Q.I.
Si no hubiera circunscripciones electorales ni se aplicara la ley D'Hondt, la suma de PP y PSOE perderían 33 escaños. El Partido Popular no lograría la mayoría absoluta. Izquierda Unida ganaría 14, UPyD 12 y entrarían en el Congreso partidos como Equo, PACMA, Escaños en Blanco, Partido Andalucista o PxC".
Joe yo así a primera vista, me parece como pelín injustillo.
Pero bueno, no sé, sólo soy un gato y además muy malota, pero me hubiera molado, ahora que leo lo del PACMA que hubieran entrado al Congreso a defendernos a los animalitos.
Un abrazo!!!!!
jueves, 17 de noviembre de 2011
EL RESCATE DE TAO Y SUS PRIMEROS MESES DE VIDA
Hola gentecilla, vaya rasca eh?
He estado resfriada porque dormía en el salón y por las noches parecía estar dirmiendo al raso. Un frío de narices, pero esta gentecilla reaccionó a tiempo y ahora duermo en el despacho de marta, porque una noche dormí con ellos, la que estaba malita, y me porté bien, pero dos noches después me enviaron a las 6 de la mañana al despacho porque no paraba mucho.
Ahora duermo más calentita y con el rascador grande para mí sola, ja!!!!!!
Me dieron vibracina por si acaso era rebrote del herpes virus pero no, era un trancacillo que medio contagié a Tao que estornudó algunas veces, aunque los dos estamos ya bien.
Os voy a transcribir unos comentarios que puso Elena, la amiga de Jose que rescató a Tao, dando su versión de los hechos de autos. Creo que es importante y como seguro que casi nadie lee los comentarios, porque están como escondidos, los saco yo a la luz. Ahí va:
"Elena - la culpable dijo...
He aquí mi versión, como culpable del asunto:
Era domingo, y yo acababa de entrar a trabajar en un turno nuevo de fin de semana con gente que no conocía. En un descansito antes de comer, abrimos una ventana y oí el inconfundible maullidito de un cachorro de gato. "No lo estás oyendo", me dije. "No es un gatito, es una cotorra, verdad¿? Es una cotorra, no es un gatito, no es un gatito, cotorra cotorra cotorra".
A la hora de comer, fui por la parte trasera del edificio hacia el comedor para fumarme un cigarrito y un periódico para entretenerme mientras comía. Ventajas del tabaco: la ruta natural hacia el comedor era por dentro del edificio, así que si hubiera seguido ese camino, no habría podido volver a oírlo. "Miáh! Miáh! Miáh!", y con el diablillo diciéndome al oído que me iba a meter en un follón y el angelito diciéndome que mejor lo buscaba ahora y no luego, que como no lo encontrase cuando volviese (porque iba a volver, eso lo sabíamos el angelito, el diablillo y servidora) iba a ser un disgusto, me puse a buscar.Ese día yo no tenía coche; al terminar el turno tenía que irme a casa en la ruta de la empresa, y al día siguiente tenía que irme a Valencia en tren. En casa de mi madre, donde me estaba quedando, no estaban permitidos los animales (y cualquiera le discute a mi madre), así que mi radio de acción quedaba bastante limitado. Pero busqué el origen del maullidito. Y en lo alto de unas escaleras de piedra que llevaban a un generador eléctrico de emergencia, lo vi.
Estaba hecho una pelotilla negra de mocos y mierda. Sólo se le veían los dientecillos blancos cuando abría la boca para lanzar su llamada, "Miáh! Miáh!", al borde del penúltimo escalón. No sé cómo habría llegado allí, porque no era capaz de ver, y la naricilla era una costra continua de mocos amarillos. Pero oír sí que oía, sí. Le llamé y se quiso tirar del escalón, pero llegué a tiempo, y entonces estrenó el nombre: Velcro. Sacó uñas por todas partes y trepó por mis mangas hasta que dio con mi pecho, y allí se quedó, haciendo ese sonido de motorcillo diésel que es el ronroneo de los cachorros.
A ver quién era el guapo que le decía que no. Lo envolví en el periódico que llevaba, por aquello de la higiene y de la discreción, aunque protestó bastante, y volví a entrar en el edificio hasta mi despacho. Allí me vio entrar mi compañera, con un periódico en las manos que decía "Miáh!", y tras sobreponerse de la estupefacción inicial, me ayudó a buscar una caja grande donde pudiera quedarse discretamente hasta el final del turno. Le fabriqué una cama con periódicos viejos y salí corriendo a comer, pues le tenía que dar el relevo a mi compañera.
Reconozco que esa tarde no trabajé gran cosa. Pronto el pequeñajo se quedó dormido, con ese abandono absoluto de los cachorros muy pequeños, bebió, no quiso comer y se me tiró de los brazos hacia el vacío en un par de ocasiones (con el consiguiente aterrizaje accidentado). Genio y figura, sí señor.
Pero el problema era qué hacía yo con él, sin coche, sin posibilidad de transportarlo y tan malísimo como estaba. La rinotraqueitis era evidente, y la clamidia en los ojos era aterradora; le lavé los ojos con papel higiénico y agua templada, y vi que al menos uno lo conservaba. El otro estaba tan inflamado de pus que no me atreví casi a tocarlo. Así que pensé en gente que estuviera cerca físicamente de donde yo estaba.
La primera era mi amiga Nuria, gran gatera y con un corazón mayor que su casa, lo que le ha llevado a tener overbooking gateril. Pero tenía coche y sabía qué veterinarios había abiertos por la zona. La llamé y me dijo que contara con ella, pero que como se conoce, prefería que el pequeño Velcro no pasara por su casa, o corría serio riesgo de aumentar la ya muy abundante plantilla. Yo únicamente necesitaba a alguien que acogiera al enano hasta el viernes, cuando yo volvería de Valencia con mi coche y ya vería cómo hacerme cargo de él.
Y entonces, vi a Ozeluí conectado en el gtalk, y una musa vino y me susurró al oído: díselo. Sin pensarlo ni un momento, le conté la papeleta y le aseguré (en aquel momento, sinceramente) que sólo era una acogida de cinco días, que el pequeño estaba muy malísimo para pasar otra noche a la intemperie (lo cual era totalmente cierto) y que era una solución de emergencia (esto también era verdad). Y a pesar de las reticencias iniciales, claudicó.
Al salir del turno, Nuria nos recogió al enano, a mí y a Jose, por ese orden, y fuimos volando al veterinario, quien dijo que probablemente el pequeñajo había perdido un ojo. Con ojo o sin ojo, ese gato no volvía a la calle de ninguna de las maneras, así que le dijimos que hiciera las curas necesarias y que esa piltrafilla gatuna saldría adelante por lo que a nosotros concernía. Con buenos había dao.
Así se hizo, pues. Había que darle medicamentos y limpiarle los ojitos cinco veces al día, así que Jose y yo comenzamos la custodia compartida. Yo me lo llevaba entre semana, que tenía tiempo, y Jose se lo quedaba los fines de semana, cuando yo trabajaba. Y ese tiempo lo aprovechó el enano para camelarnos. Salieron un par de adoptantes que no cuajaron, pues les echaba para atrás la posibilidad de que la vista le quedase tocada; la clamidia tardó en remitir y había dejado como recuerdo un tenue velo blanco sobre los ojos del pequeñajo. Nosotros los rechazamos a ellos por chungos, faltaría más. Y mientras tanto, el pequeño Velcro dejaba de ser tan pequeño, hizo intentos de pasar a ser un gato blanco (se ve en alguno de los vídeos, nos tenía alucinados), se curaba, crecía, engordaba y nos enamoraba.
Hasta que un día, llamé a Jose para quedar con él para hacer el acostumbrado trasvase de custodia de todos los lunes, y me dijo (no sin unas cuantas vueltas de disculpa) que no hacía falta que fuera, que Velcro ahora se llamaba Tao y que de casa no lo sacaba ni la Guardia Civil. Y yo, que había tanteado en casa la posibilidad de quedárnoslo y me había encontrado con una rotunda negativa, me reí a carcajadas, porque me parecía el final más feliz que podía tener la historia.
Alguna vez he ido a verlo, al muy mihura, y no parece acordarse de mí. Pero me encanta verlo tan guapísimo, con su media luna blanca en la barriga y su rabo de pantera, y sus dos ojazos amarillos, con un velo apenas perceptible y su visión perfecta.
Porque yo sí me acuerdo de él.
He estado resfriada porque dormía en el salón y por las noches parecía estar dirmiendo al raso. Un frío de narices, pero esta gentecilla reaccionó a tiempo y ahora duermo en el despacho de marta, porque una noche dormí con ellos, la que estaba malita, y me porté bien, pero dos noches después me enviaron a las 6 de la mañana al despacho porque no paraba mucho.
Ahora duermo más calentita y con el rascador grande para mí sola, ja!!!!!!
Me dieron vibracina por si acaso era rebrote del herpes virus pero no, era un trancacillo que medio contagié a Tao que estornudó algunas veces, aunque los dos estamos ya bien.
Os voy a transcribir unos comentarios que puso Elena, la amiga de Jose que rescató a Tao, dando su versión de los hechos de autos. Creo que es importante y como seguro que casi nadie lee los comentarios, porque están como escondidos, los saco yo a la luz. Ahí va:
"Elena - la culpable dijo...
He aquí mi versión, como culpable del asunto:
Era domingo, y yo acababa de entrar a trabajar en un turno nuevo de fin de semana con gente que no conocía. En un descansito antes de comer, abrimos una ventana y oí el inconfundible maullidito de un cachorro de gato. "No lo estás oyendo", me dije. "No es un gatito, es una cotorra, verdad¿? Es una cotorra, no es un gatito, no es un gatito, cotorra cotorra cotorra".
A la hora de comer, fui por la parte trasera del edificio hacia el comedor para fumarme un cigarrito y un periódico para entretenerme mientras comía. Ventajas del tabaco: la ruta natural hacia el comedor era por dentro del edificio, así que si hubiera seguido ese camino, no habría podido volver a oírlo. "Miáh! Miáh! Miáh!", y con el diablillo diciéndome al oído que me iba a meter en un follón y el angelito diciéndome que mejor lo buscaba ahora y no luego, que como no lo encontrase cuando volviese (porque iba a volver, eso lo sabíamos el angelito, el diablillo y servidora) iba a ser un disgusto, me puse a buscar.Ese día yo no tenía coche; al terminar el turno tenía que irme a casa en la ruta de la empresa, y al día siguiente tenía que irme a Valencia en tren. En casa de mi madre, donde me estaba quedando, no estaban permitidos los animales (y cualquiera le discute a mi madre), así que mi radio de acción quedaba bastante limitado. Pero busqué el origen del maullidito. Y en lo alto de unas escaleras de piedra que llevaban a un generador eléctrico de emergencia, lo vi.
Estaba hecho una pelotilla negra de mocos y mierda. Sólo se le veían los dientecillos blancos cuando abría la boca para lanzar su llamada, "Miáh! Miáh!", al borde del penúltimo escalón. No sé cómo habría llegado allí, porque no era capaz de ver, y la naricilla era una costra continua de mocos amarillos. Pero oír sí que oía, sí. Le llamé y se quiso tirar del escalón, pero llegué a tiempo, y entonces estrenó el nombre: Velcro. Sacó uñas por todas partes y trepó por mis mangas hasta que dio con mi pecho, y allí se quedó, haciendo ese sonido de motorcillo diésel que es el ronroneo de los cachorros.
A ver quién era el guapo que le decía que no. Lo envolví en el periódico que llevaba, por aquello de la higiene y de la discreción, aunque protestó bastante, y volví a entrar en el edificio hasta mi despacho. Allí me vio entrar mi compañera, con un periódico en las manos que decía "Miáh!", y tras sobreponerse de la estupefacción inicial, me ayudó a buscar una caja grande donde pudiera quedarse discretamente hasta el final del turno. Le fabriqué una cama con periódicos viejos y salí corriendo a comer, pues le tenía que dar el relevo a mi compañera.
Reconozco que esa tarde no trabajé gran cosa. Pronto el pequeñajo se quedó dormido, con ese abandono absoluto de los cachorros muy pequeños, bebió, no quiso comer y se me tiró de los brazos hacia el vacío en un par de ocasiones (con el consiguiente aterrizaje accidentado). Genio y figura, sí señor.
Pero el problema era qué hacía yo con él, sin coche, sin posibilidad de transportarlo y tan malísimo como estaba. La rinotraqueitis era evidente, y la clamidia en los ojos era aterradora; le lavé los ojos con papel higiénico y agua templada, y vi que al menos uno lo conservaba. El otro estaba tan inflamado de pus que no me atreví casi a tocarlo. Así que pensé en gente que estuviera cerca físicamente de donde yo estaba.
La primera era mi amiga Nuria, gran gatera y con un corazón mayor que su casa, lo que le ha llevado a tener overbooking gateril. Pero tenía coche y sabía qué veterinarios había abiertos por la zona. La llamé y me dijo que contara con ella, pero que como se conoce, prefería que el pequeño Velcro no pasara por su casa, o corría serio riesgo de aumentar la ya muy abundante plantilla. Yo únicamente necesitaba a alguien que acogiera al enano hasta el viernes, cuando yo volvería de Valencia con mi coche y ya vería cómo hacerme cargo de él.
Y entonces, vi a Ozeluí conectado en el gtalk, y una musa vino y me susurró al oído: díselo. Sin pensarlo ni un momento, le conté la papeleta y le aseguré (en aquel momento, sinceramente) que sólo era una acogida de cinco días, que el pequeño estaba muy malísimo para pasar otra noche a la intemperie (lo cual era totalmente cierto) y que era una solución de emergencia (esto también era verdad). Y a pesar de las reticencias iniciales, claudicó.
Al salir del turno, Nuria nos recogió al enano, a mí y a Jose, por ese orden, y fuimos volando al veterinario, quien dijo que probablemente el pequeñajo había perdido un ojo. Con ojo o sin ojo, ese gato no volvía a la calle de ninguna de las maneras, así que le dijimos que hiciera las curas necesarias y que esa piltrafilla gatuna saldría adelante por lo que a nosotros concernía. Con buenos había dao.
Así se hizo, pues. Había que darle medicamentos y limpiarle los ojitos cinco veces al día, así que Jose y yo comenzamos la custodia compartida. Yo me lo llevaba entre semana, que tenía tiempo, y Jose se lo quedaba los fines de semana, cuando yo trabajaba. Y ese tiempo lo aprovechó el enano para camelarnos. Salieron un par de adoptantes que no cuajaron, pues les echaba para atrás la posibilidad de que la vista le quedase tocada; la clamidia tardó en remitir y había dejado como recuerdo un tenue velo blanco sobre los ojos del pequeñajo. Nosotros los rechazamos a ellos por chungos, faltaría más. Y mientras tanto, el pequeño Velcro dejaba de ser tan pequeño, hizo intentos de pasar a ser un gato blanco (se ve en alguno de los vídeos, nos tenía alucinados), se curaba, crecía, engordaba y nos enamoraba.
Hasta que un día, llamé a Jose para quedar con él para hacer el acostumbrado trasvase de custodia de todos los lunes, y me dijo (no sin unas cuantas vueltas de disculpa) que no hacía falta que fuera, que Velcro ahora se llamaba Tao y que de casa no lo sacaba ni la Guardia Civil. Y yo, que había tanteado en casa la posibilidad de quedárnoslo y me había encontrado con una rotunda negativa, me reí a carcajadas, porque me parecía el final más feliz que podía tener la historia.
Alguna vez he ido a verlo, al muy mihura, y no parece acordarse de mí. Pero me encanta verlo tan guapísimo, con su media luna blanca en la barriga y su rabo de pantera, y sus dos ojazos amarillos, con un velo apenas perceptible y su visión perfecta.
Porque yo sí me acuerdo de él.
jueves, 10 de noviembre de 2011
FELIZ CUMPLEAÑOS JOSE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Ya es oficialmente 11 DEL 11 DEL 11!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Así que muchísimas felicidades Jose!!!!!!!!!!!
Espero que te guste este video, que seguro que nunca has visto...jejeje, y sobre todo lo que te hemos regalado entre todos aquí!!!!!!!!!!!!!
Te quiero mucho y sé que Marta también!!!!!!!!!!!!!!
Y no trabajes tanto el día de tu cumple!!!!!!!!
lunes, 7 de noviembre de 2011
NUEVA VISITA AL MÉDICO, PINCHAZO Y DEMÁS HIERBAS
Vaya sábado!!!!!!!
Y queríamos perdérnoslo!!!!!!!
Resulta que era día de veterinario, así que Jose y Marta me metieron en el transportín.
No me resistí mucho porque no me disgusta, salvo el momento del ascensor que no me gusta nada.
Pero luego ya en el coche es guay ir. Marta conduce muy bien (eso lo he puesto porque me lo ha dicho ella jeje).
Bueno pues ya en el túnel de la M-30 Marta empieza a decir que el coche suena raro. Yo enpecé a pensar "ya empezamos", y tiene que ser conmigo aquí...
Salimos del túnel y empiezan a pitarnos coches y a decirnos que llevamos pinchada una rueda, todo ello con cara de miedo de los que nos lo decían, y cara de póker de los dos humanos que me acompañaban.
Total que Marta paró en un arcén donde no había peligro y llamó para que vinieran a arreglar el destrozo.
El chico vino pronto y fue súper rápido. Hacia las 12 y media llamamos a Antonio para decirle si podíamos ir, o lo dejábamos y dijo que fuéramos, aunque tendríamos que esperar un ratito ("joe no me libro", pensé yo).
Ya hacia la 1 y media nos pudo atender Rosa. No la conocía y es también muy simpática, pero yo ya con el veterinario he decidido que no me llevo bien...además está decidida a acabar con mis ataques de furia contra mis compañeros de piso y a mí lo que me mola es canearles. Al parecer no voy con el rabito levantado y eso significa que siempre estoy alerta y estresada, o sea que tengo que aprender a llevar el rabito arriba y no abajo. Además sigo dejando la arena rosadita y parece que hemos encontrado la causa. Mi estrés y ansiedad. Claroooooo, así no dejaba la arena rosada en casa de la abuela, porque como allí no había gatos que me marearan...Bueno, pues tengo que aprender a calmarme a ver si consigo dejar la arena blanquita. Todo va unido, como podeis ver. Así que ahora cada vez que caneo a alguno de los compis Marta y Jose me encierran en el baño cinco minutos. Bueno cinco minutos salvo cuando se les va la pinza y se olvidan de que me han encerrado, como ayer, que estuve 20 minutos del vellón...de verdad que....
Y para acabar me pusieron la primera parte de la vacuna del PIF (peritonitis infecciosa felina) una enfermedad muy mala muy mala que si te da, por lo visto pliegas sí o sí, así que mejor que me la hayan empezado a poner. Fue muy original porque es un liquidito que te ponen en la naricilla y lo vas aspirando y es mogollón de fastidioso, súpermolesto, pero vale la pena. Y bueno, ya SÓLO ME QUEDA LA SEGUNDA PARTE DE LA VACUNA DEL PIF PARA SER LIBRE HASTA EL PRÓXIMO AÑO. Qué ganas tengo, jeje.
Intentaron sacarme sangre para la prueba de la inmuno pero no me dejé, aunque me estaban sujetando entre Rosa y Antonio, no me apetecía...así que si cuando me pongan la segunda parte de la vacuna, me dejo, que ya veré... me sacarán sangre ese día y si no, esperarán ya a cuando me esterilicen para que no tengan que sedarme dos veces, que les da pena.
Y por lo demás nada, ahora ando estornudando y esta gente se ha alarmado un poco, porque al parecer puede ser, o que me he pillado un trancazo, porque claro, como vivo en el salón y por las noches se queda bastante más frío que el resto de la casa, o que ha habido rebrote del herpesvirus que traje de fábrica. Total que Antonio me ha mandado la vibracina durante una semana para prevenir el herpesvirus, no vaya a ser que sea eso again. Joe, ahora recuerdo que a mí lo que me gustaba era el viusid, pero la vibracina no, y además me tienen que dar el doble de lo que me daban antes porque claro mi peso no es el mismo que hace unos meses...Espero que la cosa vaya a mejor porque estamos aun sin coche. No le acaban de poner la rueda a Marta...
A cuenta de esto esta noche he dormido con Marta y Jose. Una noche en verano lo intentamos pero debí de portarme mal y me retornaron al salón a las 4. Hoy me he portado mucho mejor y hemos dormido los tres plácidamente. Lo malo es que como estoy aislada de los otros gatos, pues no han podido dormir con nosotros y estaban esta mañana to cabreados, pero jolines, alguna vez tenía que tocarme a mí...el caso es que he estado mucho más calentita con Marta y Jose a mi lado.
Yo sigo comiendo bien y eso, y lo del juego no sé, porque Marta está todo el día trabajando, como Jose, que el pobre aun no ha llegado, y hoy ha venido Gloria, o sea que me ha tocado estar con Marta en el salón y en su despacho y no puedo hacer mucho el cabra.
Bueno, pues ya os he dejado arriba una fotejo. Ahora el tema fotos y videos estará pelín parado porque el otro día tiré la cámara de Marta y me la cargué un poco y eso, y la han llevado a arreglar (glups, lo siento).
Y queríamos perdérnoslo!!!!!!!
Resulta que era día de veterinario, así que Jose y Marta me metieron en el transportín.
No me resistí mucho porque no me disgusta, salvo el momento del ascensor que no me gusta nada.
Pero luego ya en el coche es guay ir. Marta conduce muy bien (eso lo he puesto porque me lo ha dicho ella jeje).
Bueno pues ya en el túnel de la M-30 Marta empieza a decir que el coche suena raro. Yo enpecé a pensar "ya empezamos", y tiene que ser conmigo aquí...
Salimos del túnel y empiezan a pitarnos coches y a decirnos que llevamos pinchada una rueda, todo ello con cara de miedo de los que nos lo decían, y cara de póker de los dos humanos que me acompañaban.
Total que Marta paró en un arcén donde no había peligro y llamó para que vinieran a arreglar el destrozo.
El chico vino pronto y fue súper rápido. Hacia las 12 y media llamamos a Antonio para decirle si podíamos ir, o lo dejábamos y dijo que fuéramos, aunque tendríamos que esperar un ratito ("joe no me libro", pensé yo).
Ya hacia la 1 y media nos pudo atender Rosa. No la conocía y es también muy simpática, pero yo ya con el veterinario he decidido que no me llevo bien...además está decidida a acabar con mis ataques de furia contra mis compañeros de piso y a mí lo que me mola es canearles. Al parecer no voy con el rabito levantado y eso significa que siempre estoy alerta y estresada, o sea que tengo que aprender a llevar el rabito arriba y no abajo. Además sigo dejando la arena rosadita y parece que hemos encontrado la causa. Mi estrés y ansiedad. Claroooooo, así no dejaba la arena rosada en casa de la abuela, porque como allí no había gatos que me marearan...Bueno, pues tengo que aprender a calmarme a ver si consigo dejar la arena blanquita. Todo va unido, como podeis ver. Así que ahora cada vez que caneo a alguno de los compis Marta y Jose me encierran en el baño cinco minutos. Bueno cinco minutos salvo cuando se les va la pinza y se olvidan de que me han encerrado, como ayer, que estuve 20 minutos del vellón...de verdad que....
Y para acabar me pusieron la primera parte de la vacuna del PIF (peritonitis infecciosa felina) una enfermedad muy mala muy mala que si te da, por lo visto pliegas sí o sí, así que mejor que me la hayan empezado a poner. Fue muy original porque es un liquidito que te ponen en la naricilla y lo vas aspirando y es mogollón de fastidioso, súpermolesto, pero vale la pena. Y bueno, ya SÓLO ME QUEDA LA SEGUNDA PARTE DE LA VACUNA DEL PIF PARA SER LIBRE HASTA EL PRÓXIMO AÑO. Qué ganas tengo, jeje.
Intentaron sacarme sangre para la prueba de la inmuno pero no me dejé, aunque me estaban sujetando entre Rosa y Antonio, no me apetecía...así que si cuando me pongan la segunda parte de la vacuna, me dejo, que ya veré... me sacarán sangre ese día y si no, esperarán ya a cuando me esterilicen para que no tengan que sedarme dos veces, que les da pena.
Y por lo demás nada, ahora ando estornudando y esta gente se ha alarmado un poco, porque al parecer puede ser, o que me he pillado un trancazo, porque claro, como vivo en el salón y por las noches se queda bastante más frío que el resto de la casa, o que ha habido rebrote del herpesvirus que traje de fábrica. Total que Antonio me ha mandado la vibracina durante una semana para prevenir el herpesvirus, no vaya a ser que sea eso again. Joe, ahora recuerdo que a mí lo que me gustaba era el viusid, pero la vibracina no, y además me tienen que dar el doble de lo que me daban antes porque claro mi peso no es el mismo que hace unos meses...Espero que la cosa vaya a mejor porque estamos aun sin coche. No le acaban de poner la rueda a Marta...
A cuenta de esto esta noche he dormido con Marta y Jose. Una noche en verano lo intentamos pero debí de portarme mal y me retornaron al salón a las 4. Hoy me he portado mucho mejor y hemos dormido los tres plácidamente. Lo malo es que como estoy aislada de los otros gatos, pues no han podido dormir con nosotros y estaban esta mañana to cabreados, pero jolines, alguna vez tenía que tocarme a mí...el caso es que he estado mucho más calentita con Marta y Jose a mi lado.
Yo sigo comiendo bien y eso, y lo del juego no sé, porque Marta está todo el día trabajando, como Jose, que el pobre aun no ha llegado, y hoy ha venido Gloria, o sea que me ha tocado estar con Marta en el salón y en su despacho y no puedo hacer mucho el cabra.
Bueno, pues ya os he dejado arriba una fotejo. Ahora el tema fotos y videos estará pelín parado porque el otro día tiré la cámara de Marta y me la cargué un poco y eso, y la han llevado a arreglar (glups, lo siento).
Hale, a seguir bien!!!!!!!!!!!!!!
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